Estas gigantescas figuras de piedra, que observan constantemente las estrellas desde la más remota isla del Pacífico, son uno de los grandes misterios sin resolver de la arqueología y son caldo de cultivo para la teoría de los Alienígenas Ancestrales. Esta teoría intenta afirmar que la Tierra fue colonizada por extraterrestres decenas de miles de años atrás, y estos mismos visitantes de las estrellas serían representados en todas las mitologías, existentes a lo largo y ancho del planeta Tierra, como Dioses.
Hasta ahora, se creía que los Moais de la Isla de Pascua habían sido construidos en el año 1.500 de nuestra Era. La mayoría de ellos aparecían con el torso y la cabeza descubierta. Otros parecían ser únicamente una cabeza. Pero en recientes excavaciones, dirigidas por EISP (Easter Island Statue Project), se está descubriendo que esas cabezas tienen torso, enterrado por el paso del tiempo, que pueden llegar a medir 8 metros y en los que aparecen misteriosas inscripciones. Si se demuestra que la profundidad es de 8 metros en la excavación, estaríamos sin duda ante una antigüedad superior a 15.000 años, lo que nos colocaría en un evento con tsunamis próximo a la última glaciación, algo que sería incompatible con la existencia de escritura, al menos en base a los actuales axiomas de la Ciencia.
De momento, aún no se conocen más detalles de la excavación ni resultados en las traducciones de los textos escritos en algunas de las estatuas, pero en palabras del director de la exploración: “La hipótesis más probable es que una ola gigante barrió la isla y su antigua civilación, que se perdió en las brumas del tiempo. Las estatuas no fueron enterradas, pero el paso del tiempo, el escombro y el polvo borraron a esta civilización, de la cual no se sabe nada. Se cree que aquí se pudo situar el mito de la Atlántida y del continente cuyas leyendas resurgieron con este descubrimiento excepcional.”
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